miércoles, 28 de diciembre de 2016

De nidos y afanes

Sentado bajo un parrón
Luis Fernández me contaba
cómo un ave elaboraba
su nidito cimarrón,
que enfrentaba el ventarrón
como el más fuerte castillo,
pero de paja y palillo
lo había edificado,
con mucho amor y cuidado,
parecía un canastillo.

Luego dijo muy feliz,
respondiendo con destreza:
“la que tiene en la cabeza
estirada una lombriz
es la bella codorniz,
que no conquista un gran vuelo,
hace su nido en el suelo
formando una sociedad
con más hembras de su edad
que no se baten a duelo”.

¿Son pájaros socialistas?
pregunté con mucha calma
y en el Valle de La Palma
don Luis me entregó la pista:
“más mejor son anarquistas,
porque cubren la huevada
y maduran la parvada,
pero se van aburriendo,
sólo una queda cubriendo
los pollos en la nidada”.

Mientras tanto, muy ufanas,
las pollitas picoteando
y el castizo castigando
a toditas las enanas.
Así se van las semanas
ocultas en los rábanos
como si fueran tábanos.
Mientras yo le preguntaba
el gran viejo contestaba,
de nidos comentábamos.

Me disertó que el chercán,
un pájaro inteligente,
trabajador, diligente,
que parece un huracán,
no necesita edecán
y usando un simple bolsillo
o también un calzoncillo
hace nido de ramitas
las que amarra con plumitas
para hacer su conventillo.

“El colilargo afanoso
hace nidos en las ramas
y aunque le falta la cama
no deja de ser famoso.
es arquitecto virtuoso
y sin conocer diatribas
hace su nido hacia arriba,
con rapidez y tranquilo
en palos de tebo y quilo”,
me dijo, pa’ que lo escriba.

El chercán y colilargo
con su trabajo deshoja
el árbol donde la floja
cuculí vive en letargo
construye su nido amargo
en ramas de limonero
para poner sin esmero
cuatro huevos azulosos
los que empollan presurosos
entre septiembre y enero.

Por otro lado la diuca
hace su nido en la altura
y aún cuando nadie la apura
arma una taza pituca.
No se parece a una ruca
es similar a un pocillo
donde asoma el copetillo,
mientras empolla sus huevos
para comenzar de nuevo
en el firme canastillo.

El mirlo es un fresco’e raja
que aprovecha un nido ajeno,
encuentra uno que esté lleno
y a los huevos da de baja,
se rompen en la borraja,
llega confiada la diuca,
se pone toda pituca
empollando los huevitos
con un cariño bendito
a toditos acurruca.

Como madre sustituta
nuestra diuca se destaca
y no es que sea una maniaca,
es solidaria absoluta,
una reina diminuta
cría polluelos ajenos
entregando amor del bueno
sin que nadie la critique,
no cobra ningún penique
es casi otro nazareno.

Son el tordo y el zorzal
los constructores de barro,
igual que un trompo cucarro
bailan en el lodazal,
para llevar al nidal
todo tipo de pelusas
que no quedan inconclusas,
quedan todas muy pegadas
y con el barro estucadas,
casi tecnología rusa.

No olvidemos al chincol,
ave común y corriente,
que cuida incansablemente
a sus crías con overol,
bajo un inclemente sol
o quizá torrencial lluvia,
saca su martillo y gubia
para tallar su herencia,
no sabe la diferencia
entre una morena y rubia.

La más práctica es la tenca
que escarba en los duros troncos,
provoca un sonido ronco
construyendo un nido penca,
pone en la pequeña cuenca
los huevos de la esperanza
tal como lo hace la gansa
los cuida con disimulo,
mientras yo le manipulo,
al gran don Luis, su confianza.

Continuamos conversando
de las aves y sus nidos,
me encontraba agradecido
de lo que me iba contando.
Don Lucho se fue cansando,
pero yo lo entusiasmaba
y cada cosa anotaba
pa’ que no gane el olvido,
porque al final lo vivido
este viejo valoraba.

Presto, del queltehue dijo,
que hace su nido en la tierra
con una humildad que aterra
y apenas saca dos hijos.
Parece que un dios bendijo
a esas frágiles criaturas,
porque a pesar de lo dura
que es la inclemencia del tiempo,
no sufren más contratiempo
en medio de la verdura.

Entre medio de los pastos
hace su nido la loica,
que vive como una estoica
ave en oculto canasto,
con sus pollos no da abasto,
nunca quedan satisfechos,
siempre es escaso el pertrecho,
su tesón es inspirante,
él siempre está vigilante
con su colorado pecho.

La loica es ave celosa.
Si su nido tú sorprendes,
un vuelo rápido emprende
abandonando forzosa,
tres huevos con pintas rojas,
que librados a su suerte,
aunque esto sea cosa fuerte,
comprenderlo es menester,
aún antes de nacer
ellos hallarán la muerte.

Con esto voy terminando
las memorias de don Luis.
Que nadie me pida un bis,
yo también me estoy cansando,
porque cuesta ir costureando
en la tela del discurso,
cuando no hay muchos recursos
pa’ pegar cada palabra,
es una pega macabra
un complicado concurso.
Walton Beltrán Uyevic
221216

martes, 19 de enero de 2016

El partido de los pájaros




En el Valle de Quillota
los pájaros se juntaron
y una gran pichanga armaron
para toda la patota,
pugnarían la pelota
luchando con pundonor,
el pájaro más cantor
se fue al centro de la cancha
tal si fuera una avalancha
lo siguieron con honor.

Así me contó Don Lucho
a la sombra de un parrón
con recuerdo cimarrón
toda la historia del chucho,
que con pocazo o con mucho
se convirtió en forajido
al oírse un crujido
se vio el brillo de un puñal
con fuerza descomunal
apenas se oyó un quejido.

El juego se disputó
en la cancha de Rautén,
donde  el mañoso pidén
al vil tordo reclutó,
una apuesta se pactó
para darle fuerza al caso,
partió el fútbol sin retraso,
los tres pillos coludidos,
con el engaño escondido
mientras se abatía el ocaso.

Estaba el chuncho de arquero
y era su rival la loica,
resiste una falta estoica
porque es un buen delantero,
se acerca a romper el cero
con el balón dominado
y el chuncho paralizado
tirita en el rectángulo
se la tiran al ángulo,
el chuncho cae avergonzado.

Preso de una ira punzante
el chuncho blandió el puñal
con fuerza descomunal
se lo clavó por delante
en solo un pequeño instante
brotó la sangre escarlata
manchó ese pecho de plata
los pájaros se alertaron
al chuncho lo denunciaron,
ella quedó turulata.

También llegaron los jueces
cuando se armó el griterío,
en medio del plumerío
lo acusaron por tres veces,
ahora lo esperan que rece,
pero el chuncho se defiende
y a los testigos ofende
implorando apoyo al tordo,
que no piensa hacerse el sordo
y con mentira sorprende.

Pobre loica, reclamaba,
gritando: "con cuchillo fue",
así lo oyó su mercé
el juez que todo anotaba,
mientras el tordo juraba
que había sido un porrazo,
sólo un fuerte chinchorrazo
y sin temor del cadalso
se levanta y jura en falso:
se vuelve negro el pelmazo.

La diuca: "Tres chaucha' y un dié"
"Tres chaucha' y un dié", gritaba
"fue la apuesta", acusaba,
supieron la ordinariez,
el pato exclamó: "Pardiez"
y subió sobre la parra
observó actitud bizarra
porque como un arlequín
¿Han visto a mi tío Agustín?
decía el chincol en la barra.

La tenca con aflicción,
rápida como una ardilla,
grita: "tirilla, tirilla"
también: "corrión, corrión"
buscando una solución,
cerrar el pecho sangrante
de este crimen aberrante,
cometido por el chuncho,
"aprésenlo con el zuncho",
gritaba a voz suplicante.

"Viva el Rey" vociferaba
en pro del Chuncho el pidén,
lo miraban con desdén,
pero el grito no amainaba.
"Viva el rey" se perpetuaba,
en el tranque como un eco,
por todos los recovecos
donde el pidén ramoneaba
y como loco amparaba
ese grosero embeleco.

Dijo el pequén: "Más pa' bajo"
cuando buscaban al tordo,
le gritaban, se hacía el sordo
escondido en el atajo.
"Más pa' bajo, más pa' bajo"
continuaba el griterío
 apareció el señorío
que al tordo al fin atrapó
un testigo reveló:
lo encontraron junto al río.

El queltehue o alcaraván
grita: "te veo, te veo, te veo",
yo pongo en la boca un creo
él no tiene ni un desván,
no le importa el qué dirán,
duerme 'onde cayó la noche
no se las da de fantoche
es por poco un franciscano
un campesino espartano
que no vive en el derroche.

En el campo la codorniz
entre tomates y albahacas
dice: "chancaca, chancaca"
creyendo ser una actriz.
Estando triste o feliz,
en el detalle me alargo,
usa un copete con garbo
ella se pasea con gracia
no necesita acrobacia
la noche espanta el letargo.

El partido'e los pájaros
terminó con escándalo,
atraparon al vándalo
que no era ningún lázaro,
en el ángulo un ácaro
trenzaba su telaraña
con habilidad y maña
cantaba con decisión:
"aquí acaba la canción
de esta aterradora hazaña".

Walton Beltrán Uyevic

120116

sábado, 12 de diciembre de 2015

De a poquito...



Te la voy a ir metiendo de a poquito,
con una ternura altanera y caprichosa,
esa idea de que te conviene amarme,
de que ya no tienes escapatoria.

Esa certeza de que serás feliz a mi lado
te la voy a ir metiendo de a poquito,
y te irás convenciendo apacible
y sucumbiendo a mis argumentos de besos,
sólo dame el tiempo que preciso.

Y mientras esté, como un loco,
embelesado metiéndotela de a poquito,
irás moviendo tus caderas de fuego
al compás danzante de una felicidad... plena.

Entonces, apropiándonos de aquella,
esa idea de que amarme es tu mejor negocio,
uniendo nuestras manos en un abrazo de dedos,
me planto frente a ti como el mejor socio...

Walton Beltrán Uyevic

121215

martes, 6 de octubre de 2015

Queltehue



Eres el más pobre de todos,
una galante y estoica figura,
enjuto quijote de los potreros
naciste sin cuna, sin jergón, sin pesebre...
pero caminas con garbo elegante,
a pesar de que no tuviste un nido,
naciste donde te sorprendió el destino.

Roto chileno de los campos,
zarrapastroso tenor de los cielos,
eres más pobre que pensionado de AFP,
conoces la luz en la tierra misma,
sobre el barro y pedruscos.

A pesar de tu pobreza franciscana,
usas un monóculo rojo
y vistes un impecable frac,
blanco negro y gris,
pero, ¿para qué fiesta?

Padre y madre, siempre juntos,
vigilan con celo al polluelo.
Usan la estrategia de la distracción,
y se ofrecen
en un martirio constante de gritos.

Resilientes y porfiados,
a veces, pierden al polluelo
bajo las ruedas de un tractor,
pero vuelven a empezar,
porque la vida no sabe de justicias.

Que su grito anuncia la lluvia, dicen...
y algunos, temerosos,
escudriñan el cielo y se protegen...

Pero, ¿qué dice, en realidad,
el lastimero grito del queltehue?
¿qué oscura afrenta reclama,
cuando su frágil envergadura
corta el cielo negro, en vuelo rasante?
¿qué congoja lúgubre
esculpe en el oscuro cielo,
sobre el viento húmedo y frío?

Que su grito anuncia la muerte, dicen,
y algunos, temerosos,
escudriñan el cielo y se persignan...


041015

domingo, 28 de junio de 2015

Como un anillo























Eres perfecta como un anillo,
pilar de mis deseos,
ingrávida,
te pareces a una pompa de jabón
saltando sobre la piel de un durazno
cuando caminas,
negra aceituna de jugosa carne...
¡Cómo me gustaría hincarte el diente!
¡Cómo me gustaría echar a volar
esas tímidas torcazas
que anidan en tu pecho!
Recorro a tientas el vacío que imagino
lleno de tu sabrosa carne
y caigo
perdido en la búsqueda
de tu contorno de vasija ardiente.
Déjame explorar el infinito,
en la menuda superficie de tu piel...

W.B.U.
270615

viernes, 8 de mayo de 2015

En el altar de tu piel



Quisiera ofrendar en el altar de tu piel un beso,
liberarlo sin premura por el espacio de tu sombra,
desde la carne enjuta a los pliegues de la alfombra
un ósculo que surja torpe, como ida sin regreso.

Un beso que avance lento por la curvatura de tu cuello,
que se amolde, calce y que vista esa piel con letargo,
un beso que sea una promesa dulce, caliente y largo,
demorarme hasta el fastidio, perderme en el resuello.

Quisiera experimentar la justicia de mirarte toda,
litúrgicamente, porque tu cuerpo me pertenece,
lo hice mío a costa de cientos de amaneceres
en que te besé, como sabe hacerlo este rapsoda.

Pero a pesar de todo emprendiste el camino
fue un trayecto sin prudencia, sin retorno
desde entonces, ardo en medio de este horno
que es pensarte en brazos de un enemigo.

¿A quién le doy, ahora, los besos que me sobraron,
esos que olvidé sembrar en el huerto de tus pechos,
esos que se enredaron entre los pliegues del lecho,
esos que con pasión, con risas y deseo nos hartaron?

W.B.U.
220415


sábado, 25 de octubre de 2014

Dolorosa despedida























Nina se pintó de rojo el pelo
y tatuó dos secretos en su piel.
Ella también, para imitarla...

Nina lloró la pérdida de su abuelo
como su más quejosa nieta fiel.
Ella también, para acompañarla…

Nina subió al camposanto y en su pañuelo
sembró dolorosas lágrimas de miel.
Ella también, para no dejarla.

Nina, como todos, deseaba un consuelo,
el abrazo amante, la caricia, un silencio.
Ella quedó lejos, para no delatarla…

W.B.U.
161014

viernes, 24 de octubre de 2014

Su beso, mi beso...



W.B.U.

Quería ella abrirme con su beso como a una nuez,
pero podría yo terminar siendo una persona distinta,
sufriendo agudo trastorno de mi conciencia sucinta,
opuse resistencia, ya que no puedo ser parte y juez.

Que me ahogase lento en el temporal de su saliva
me suplicaba a gritos, abriendo su boca ardiente
y me daba, me ofrecía un beso loco, inconsciente
y yo besaba ese beso loco de intención copulativa.

Ella se ofrecía y yo la besaba para beberla toda
como si besar fuese una manera única, irrefutable,
para aprender con férreo conocimiento inmutable
lo que son las mujeres y como aman a un rapsoda.

Las mujeres cuando besan lo hacen con el alma,
no con los labios y el beso es siempre uno mismo,
enmendando o reconstruyendo, sin dramatismo,
el amor perdido cada segundo de una vida calma.

El beso, a veces, también es insaciable y hambriento
“yo beso, tú besas, nos besamos” conjugo en presente
y siempre te estaré besando aunque esté de ti ausente,
aunque extravíe yo la cordura, la noción y el aliento.

Dicen que “hay besos que hieren y que calcinan
besos misteriosos que nos arrebatan los sentidos,
que han dejado mil sueños errantes y perdidos”,
besos que unas veces te liberan, otras te incriminan.


Ebrio de trementina y largos besos andaba Pablo,
cantando una canción desesperada y en triste paseo.
En el beso se asfixian las palabras y arde el deseo,
por eso yo ofrezco mis suaves labios, yo no hablo.

Antes de ti no había existido ninguna lengua
que hubiera jugado incansablemente con la mía,
recorriendo mi boca entera, toda mi anatomía,
mis labios cada segundo, ahora, sienten la mengua.

Abrir la boca como si se abriera un mundo entero
es la receta que entonces te entregaba, descomedida,
porque en un beso, de verdad, uno se juega la vida
o puede terminar perdiéndola como un embustero.

Tú ofrecías también la tersura de tu pezón en ristre
y yo riendo lo besaba, lo conquistaba con mi boca,
un poco de tu lengua y de tu aliento pusiste en mi roca,
me declaro el dueño de todos los besos que me diste.

210911

sábado, 15 de marzo de 2014

Catarata de colores...


W.B.U.

Catarata iracunda de colores
era tu voz cuando pedías que llorara,
y se hacía ronca en la soledad de carreteras imaginarias
para escapar
en el Mercedez Benz
que tanto añorabas...
Tu voz era incansable
y siempre fuiste la perla
que no pudieron corromper los abusadores del High School.
Entre cada sorbo de Jacks Daniels
te comenzaste a ir, porque así lo quisiste,
porque así debía ser,
al carajo todo,
un pichazo tras otro te llevó lejos
de aquel tiempo de verano

donde nunca pudiste descansar…

jueves, 27 de febrero de 2014

Como la luna


(dedicado a mi esposa Ivette)
W.B.U.

Quiero que te brindes como la luna,
cotidiana y conocida
escrutada hasta el cansancio
pero siempre maravillosa y enigmática.

Quiero que sigas apareciendo en mi horizonte,
predecible,
pero a pesar de todo,
poseyendo esa capacidad tuya de embelezarme.

Quiero que sigas iluminando mis días y mis noches,
mis ansias y mis miedos también,
orbitando mis ansiedades y mis sueños
haciéndome tan feliz.

No quisiera perderte enalgún eclipse
ni tras alguna nube impertinente,
quiero verte siempre allí,
iluminando las sombras de mis soledades
y el silencio de mis andares...

sábado, 21 de diciembre de 2013

Besos en la alfombra














En la radio, Tracy Chapman
solloza su huida en el auto rápido de su novio,
mientras yo le pongo freno a mis manos.
Afuera la calle está vacía y gris,
pero no me importa,
porque desde hace tiempo
que caminas por las avenidas
iluminadas de mi memoria.
Hoy es fiesta en este cuarto de hotel,
porque acabas de llegar,
atardecida e inquieta,
tu pecho jadea como la primera vez.
Los arreboles de tu piel,
acusan un pudor contenido
en el cielo rubicundo de tus mejillas,
cuando mi mano baja, lentamente,
el cierre eclaire que desciende por tu espalda.
Te dejas caer,
como el pétalo de una rosa
sobre el prado cómplice de la alfombra
y llega el beso en el que bebo
ese aire pesado que va y viene,
mientras tus ojos y mis ojos son un solo ojo
que se mira y es mirado en un único universo…
Entonces tiemblas entera,
como una luna en el agua,
mientras yo
ciñendo voy tu cintura
encendida de deseos
con un cordón de besos
que baja hasta ese: tu secreto…
Mis besos y mi lengua
le pusieron jáquima a tus caderas
que encabritadas sentenciaron
tu vocación de rotunda hembra…

211213

miércoles, 31 de julio de 2013

Aprovecha el momento


(Dedicado a mis alumnas y alumnos de Octavo Año Básico, 2011)



Preocupado por lo corta que es la vida,
ilusión que en cualquier momento acaba,
Robert Herrick, el viejo poeta inglés
este consejo a las vírgenes entregaba:
“Coged las rosas mientras podáis,
veloz el tiempo vuela,
la misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta”.


“Carpe diem”, es la idea
traducida como “aprovecha el momento”,
ya que seremos pasto de los gusanos,
nos enfriaremos…
La gran pléyade de cuantos nos han antecedido
se ha sentido poseedora de grandes cerebros, recias estampas,
invencibles casi siempre.
Muchos se creyeron destinados a grandes cosas,
pero fueron atrapados,
porque quizás demasiado esperaron
para comenzar a hacer de sus vidas
lo que alguna vez soñaron.


Hoy están criando flores,
o sus minutos se les escurren
entre fútbol o peluquerías,
como un aceite agrio que les gotea
y les mancha sus escritorios
a los cuales están anclados, engrillados sin saberlo.
Estiran de vez en cuando sus espaldas,
limpian sus anteojos y vuelven a llenar libros
o planillas Excel,
con números que susurran el rumor de otros muertos,
sombrío consumidores, simples consumidores
a quienes se les escurrió la vida, tristemente,
porque no recogieron a tiempo las flores,
porque dejaron pasar la vida
como un ruidoso pasacalles,
mirado desde la vereda o tras la sombría ventana.
¡Aprovecha el momento!, no dejes que el día
se te derrita entre los dedos,
cuando no sepas qué hacer,
sólo ponte en movimiento,
arrástrate, gime, ríe, avanza,
da la pelea, aunque parezca perdida.
Si no sabes qué hacer,
sólo haz lo que siempre has soñado.
¡Aprovecha el momento!,
haz de tu vida algo extraordinario,
porque la única verdad es que,
como decía Whitman, después de todo,
el drama de la vida seguirá allá afuera
acosándote, aguijoneando,
atrapándote con su hambre.
El drama de la vida seguirá allá afuera,
pero tú puedes contribuir con un verso…





W.B.U.
140511

viernes, 5 de julio de 2013

Es hora


(Dedicado a Socorro Melgarejo, poeta española)

El universo delicado de tus ojos
es la plácida puerta a la que llego
somnoliento y esquivo de andares,
noctámulo de caprichos y miedos,
esparciendo versos que se encienden
y que hierven a propósito,
sin tu permiso,
en el horno de tu piel…

El tiempo ha golpeado
siete veces siete a la puerta de mi casa,
ya es hora de que tú y yo
encontremos, otra vez,
el reflejo nuestro
esculpido en la curvatura luminosa
de nuestras pupilas.

Es hora de que volvamos
a sembrar el cielo de estrellas,
de recoger yo, con mi lengua inquieta,
el jugo azul de los arándanos
que se escurren, graciosos,
por la comisura de tus labios.

Necesito colgar otro verso
en el fuego níveo de tu piel…
que nos llovamos el uno contra el otro,
con las bocas abiertas,
porque no importa
dónde surge y acaba todo,
porque somos todo Tierra
y todo Cielo
y ambos somos uno…

W.B.U.

viernes, 24 de mayo de 2013

Te pienso












(a mi esposa Ivette Papagallo Igor)

Te pienso
desde el entusiasmo,
en cada breve gesto
que realizas
cuando cruzas bamboleando
tus caderas mínimas,
en ese ir y venir constante,
casi autómata
delante de mis ansias lentas…
te pienso.

Te pienso en silencio
y a toda hora…

Te pienso
una y otra vez,
porque esta cultura salvaje
y peligrosa de pensarte,
de irte encontrando y
descubriendo en cada gesto,
me permite construirte,
anticiparte ahuecando mis manos
y así tenerte antes de que llegues…

Te pienso
desde el entusiasmo
que es esta ardiente paciencia
de anticiparte,
construirte lentamente
para tenerte antes de que estés aquí…

W.B.U.

viernes, 19 de abril de 2013

En el vinilo de los años...




Velando el sueño moribundo de mi padre
encontré un silencio que gritaba,
aullaba en los perros insomnes de calles nocturnas,
tictaqueaba en relojes sombríos,
huéspedes de paredes resignadas
en la casa en que habitan mis recuerdos infantiles.
También encontré un perdón tímido,
casi indiferente y amnésico
que ya no vale la pena recordar.
Es que el recuerdo de las penas
no es más que una cancioncilla vieja
que chicharrea en el vinilo de los años,
mientras velo el sueño moribundo de mi padre.

W.B.U.

sábado, 26 de enero de 2013

Por las orillas del instinto


W.B.U.

Quiero explorarte por las orillas del instinto,
caminarte demente y ansioso
sabiendo que el desnudarte
será simplemente un viaje intrincado
en el que me perderé para siempre
enredado en las crenchas negras de tu pelo.

Quiero rastrear tus olores en las estepas de la locura
donde se pierdan los motivos,
los compromisos y las razones
ofrendadas ante altares y las togas multicolores del deber.


Quiero libar el almíbar del descarrío
en el jergón proscrito
donde nuestras bocas se encuentran a mordiscos
ansiosas de minutos delirantes y siempre escasos,
porque en esos besos urgentes
se nos va la vida…





miércoles, 2 de enero de 2013

Los Amantes



















(W.B.U.)

Son locos,
insanos exploradores del deseo,
osados,
irresponsables,
convertidos en un incendio que atraviesa la noche
desde uno a otro lado de un universo
en expansión de sábanas…

No se miran,
se arden en visiones.

No se besan,
se muerden y babean
y se ladran
y se gruñen
con suspiros y gemidos proscritos…

Son ellos,
los sofocados eternos,
los sedientos…



viernes, 22 de junio de 2012

La Última Niebla



(Homenaje a María Luisa Bombal)
W.B.U.

Se alejaba la lluvia como una bandada de pájaros húmedos
y ella envolvía en deseo cada uno de sus pasos,
hurgando la tierra para buscar su olor, profundo y mojado,
cuando comenzaba a incendiarse el poniente,
cuando la noche comenzaba a nacer.

Con su mirada de fuego ya extinguida
y sus labios mustios atiborrados de secretos,
se atormentaba en un matrimonio quieto
hasta que su hastío fue iluminado por otra vida.

Lo volvió a ver tratando furiosamente
de acariciar y desear su fresca carne,
pero el  marido encontraba siempre,
entre él y ella, el recuerdo de la muerta.

Cansada del brebaje de la rutina denigrante,
se entregó al juego oculto,
porque la belleza de su cuerpo ansiaba,
su parte de homenaje en esta vida.

Le fue dulce el quejarse
y dulce a su cuerpo fue el cansancio
infligido por la preciosa carga
que pesó, a escondidas, entre sus muslos.

Después de alcanzar su pequeña muerte,
volvió a sus paredes y rituales,
y a una noche llena de fantasmas,
que amenazaba con ser muy larga.

Al no poder tenerlo es muy posible que,
más de una vez,
haya deseado morir en brazos proscritos,
porque, en ocasiones, se ama demasiado la vida.

Tan sólo con un recuerdo
se puede soportar una larga vida de tedio
y ella transformó cada minuto en una espera,
hasta que la última niebla prestó a las cosas
un carácter de inmovilidad definitiva…

viernes, 11 de mayo de 2012

Tocarte



















Tocarte,
desde las heridas a tus secretos,
y guardar en la noche de mis aprietos
el sabor dulce de tu piel,
para seguirte siendo fiel
a pesar de tus temores...

Tocarte,
sintiendo el miedo
a tu arrebato,
y guardar en la noche de mis silencios
el aroma que me trae el recencio
junto a las primeras convulsiones…

Tocarte,
tocarte siempre y a toda hora,
con manos exploradoras
avanzando bajo tu blusa
y tocarte sin excusas
para libarme con tu miel…

Tocarte,
tocarte con desmesura
para saciar la premura
de tu piel de albricias,
que implora por mis caricias
para convertirse en candiel…

Tocarte…
¿en qué lugar?
¿a qué deshora
te dejarás tocar?

sábado, 18 de febrero de 2012

Cuelgo mis heridas como medallas


















Cuelgo mis heridas como medallas,
en esta piel que se va resquebrajando
y en este camino no me van quedando,
más que estos trágicos dolores canallas.

Con ellos aprendo a vivir cada segundo,
como vienen los golpes voy resistiendo
a veces, pareciera que estoy pereciendo
pero mi corazón surge siempre, furibundo.

Cuántas veces he presentido mi muerte
y no es porque tenga sangre de horchata
sino sólo por saborear mi maldita suerte.

Pero continúo caminando con corbata
porque sólo te hace un poco más fuerte
aquel dolor horrendo que no te mata.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Cómo me gustaría poder hablarte de sueños

















Cómo me gustaría poder hablarte de sueños,
explicarte los caminos diversos de la vida,
pero ya ves, hijo, llevo mi alma dormida
vagando entre inútiles esperanzas y ensueños.

Desgarrándome en los límites sordos del dolor
mis lágrimas ruedan lentas como una letanía,
insuficientes, no alcanzan para salvar el día,
y mi piel va cambiando lentamente su color.

De tu silencio los murallones quisiera trepar,
desbastar las cadenas de tu maldito encierro
para liberarte y a este cruel destino increpar,

fulminarlo con voz firme, con mano de hierro,
rescatarte de sus garras sueño y a él descepar
aunque mi castigo sea la muerte o el destierro.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Escribir

W. B. U.

Lo hago para curar la llaga abierta,
para aplacar el dolor infinito
que es este dolor, igual a cualquier dolor,
igual al dolor de cada uno.
Lo hago para enfrentar la agonía cotidiana
que se asoma por las ventanas del silencio
con las primeras luces y los primeros gritos.
Lo hago por rebeldía,
para reírme un rato en el rostro del daño,
atreviéndome, vengándome, desgarrándome,
para desterrar el llanto,
para apaciguar el dolor con la palabra
y ovillarlo como un gato friolento y empapado.
Lo hago para curarme de todo,
para saldar las cuentas con el miedo atroz
de lo que sucederá cuando ya no esté.
Lo hago para conjurar,
para decretar con la palabra
aquellas realidades que son esquivas.
Lo hago para no mentirme
y poder decir que me duele,
a pesar de que este dolor ya aprendió el modo
de dormirse la siesta bajo un árbol
y, a veces, se queda dormido por algunas horas.
Lo hago para honrar también esta carne lastimada,
para reconocer que respiro a borbotones,
incluso a bocanadas,
aunque los pulmones nunca se llenan satisfactoriamente.
Lo hago para atragantar el alarido
que quiere escaparse y delatarme en medio de esta noche larga.
Lo hago, preso de la fiebre,
para poder beber el agua ponzoñosa del único charco
y seguir caminando, lastimado y sediento,
por el territorio del miedo...
Lo hago, ansioso, con desespero,
solamente para seguir vivo...

lunes, 29 de agosto de 2011

Benditas oscuridades





W. B. U.


Oscuridades de sombras,

tejidas en la tortura de imaginarte mía.

Oscuridades de quejidos,

de sudores y de asaltos desbocados.

Oscuridades sin respeto,

noches de suplicios gozosos

en los límites de una piel sospechada.

Oscuridades de sueños y de ansias.

Oscuridades de empeños,

libados suavemente en el altar de las tentaciones.

Oscuridades de excesos,

de fiebres benditas,

oscuridades, benditas oscuridades...

martes, 16 de agosto de 2011

Mis esperanzas son guijarros sordos









W. B. U.



Mis esperanzas son guijarros sordos

que caen y se pierden solitarios

en el oscuro pozo de la tristeza...



Se me imagina que son semillas

cayendo en suelo inerte,

tal vez vacas famélicas buscando

una verde heredad ajena...



Mis esperanzas...

¿Qué hago con mis esperanzas,

que no son más que un trémulo sueño

que se agazapa como un gato mojado

y se arrellana en una esquina

sombría y torpe?

miércoles, 27 de julio de 2011

Añoro saber de ti








W. B. U.



Añoro saber de ti,

me arrebato frente a la incógnita de tus pasos

¿en qué cornisas andarán, como gatas en celo, tus sonrisas?

Si tus caricias no son para mí, ¿qué otra piel iluminan?

¿qué otro intrincado espacio subyugas con tu voz?

¿a qué extraños labios estarás dando, ahora, un beso bien pintado?

Deja ya de entrar y salir de mi corazón

como un cuchillo que mata mis anhelos,

no insistas.

¿No ves que no quiero extrañarte,

pero te extraño

y en esto se me va la vida?

miércoles, 20 de julio de 2011

En el delirio de tus excesos

W. B. U.


Embriagándome en el delirio de tus excesos,
me sueño, una y otra vez,
refrenando tus pasiones
y, con más que rabia,
ofrendando los silencios que se amordazan
y dejan que queden mudos dos espíritus posesos.


Te sueño y me sueño
presidiendo tus espasmos,
robándole al aire el sabor de tus besos,
adivinando los mil néctares
que se escurrieren
en las zozobras de mis manos tercas.


Quiero morir embriagado en el delirio de tus excesos,
que adivino,
porque esta hambre no se sacia...
Mis ganas no se hartan
y después de amarte quiero poseerte,
bajar del espíritu a la carne
y atorarme de ti...
quiero morir atragantado de ti,
porque aún no he muerto.
Lo grita este dolor:
"Para morir mil veces y continuar muriendo...".


Embriagado en el delirio de tus excesos
quiero recorrerte con desmesura,
atolondrado, beber de tu lengua encandecida
y caer preso del embrujo de tu escote oscuro.
Dame tus hombros para recorrerlos
y perderme en el desvarío de mi lengua,
que ya adivina los rosados pétalos de tus pechos.
Dame tus ojos para besarlos,
para arrancarle los guiños y morderte la sonrisa.
Dame tus muslos blancos para recorrerlos lento
hurgando bajo tu falda y llegar a tus ruegos...


Entonces sentirás la urgencia
de beberme, hasta mis secretos...

sábado, 25 de junio de 2011

Para no olvidarte














W. B. U.
Déjame plantar los alelíes
a los que hueles
en el huerto de mis recuerdos.
Allí seré agua y abono,
para hacerlos florecer,
semillando luego
en los amplios potreros del tiempo
para no olvidarte...

lunes, 20 de junio de 2011

Todo fue silencio

W. B. U.


Todo fue silencio,
no hablamos ni tú, ni yo, ni la blanca cala,
que se mecía, tímida, en el jardín.
Todo fue silencio.

Antes,
se habían estrechado unas manos satisfechas
y dos cuerpos se habían acostado junto al perfume de las flores,
cuando se despedía el viento del otoño
y se percibían los primeros aromas del We Tripantu.
El rocío de la mañana, bajo sones de aves madrugadoras,
comenzó a borrar las caricias de tus manos en mi piel,
mientras una pifilka silbaba entre las alas de mi sombrero
adormado con las hojas de canelo que tejiste con tus manos.
Todo fue silencio.

El año viejo se quedaba atrás,
y miré donde mirabas
por si podía encontrarme con tu mirada,
pero ya era tarde y lo supimos.
La luna se despedía silenciosamente,
igual que nosotros,
entre la niebla y el vuelo lento de un cóndor,
en un cielo que se apresuraba en aclarar.
Todo fue silencio.

Cuando te vi partir por el camino del cerro
supe que sólo te acompañaba el rumor del viento,
entre verdes coligües, por el sendero que lleva al río,
y que tus lágrimas las enjugó una niebla
bajo las rogativas de un lejano Nguillatún.

Todo fue silencio,
no fue necesario decir más...

jueves, 16 de junio de 2011

Mendigarle minutos al día

Deambulo solitario por los oscuros senderos de la tristeza

sentenciado por tu mirada fría, vacía de ilusiones,
voy respirando como un autómata,
porque cada segundo se hace doloroso.
Quiero gritar, reclamarle a la vida mi derecho a ser feliz...
pero la vida es sorda, siempre lo ha sido
y lo seguirá siendo, eternamente...
¿Qué me queda?
sólo robarle instantes a esta ilusión,
mendigarle minutos al día,
respirando como un autómata...

sábado, 11 de junio de 2011

Hay algo que no entiendo

W. B. U.



¿Sabes? Hay algo que no entiendo
este espacio en el que coincidimos
es maravilloso, fascinante,
ya por si mismo es muy interesante,
y tú vienes ahora y me dices
que la única manera
de que yo lo pueda realmente disfrutar
es creyendo en un Dios hacedor
de toda esta maravilla.
Vamos, ¿qué te pasa?
está bien tener imaginación,
pero no al punto de que ésta
nos impida gozar este mundo,
por el sólo hecho evidente de que existe,
de que es perfecto en si mismo
y por el hecho de que yo estoy en él
por un instante.
Tú me insistes, en que debo creer en Dios
para gozar toda esta maravilla
y no te das cuenta de que ya estoy gozando.
Respiro este aire húmedo,
escucho el canto de los queltehues
alzando el vuelo y llamando la lluvia,
mientras en la radio, Sinead O'Connors
con su diáfana voz canta
"Nothing compares to you"
y yo, que decidí dejar de fumar
hace más de un mes
le capto todo el sabor


a esta cerveza Kunstmann,
que acabo de destapar...



lunes, 30 de mayo de 2011

Masacrando esta esperanza






















W. B. U.



Voy masacrando esta esperanza, lentamente,
con un llanto desgarbado.
Es un lamento quieto, sin deshonra,
que licua un alma mustia de tanto desconsuelo,
condenada para siempre al pecado de amarte en silencio,
a la angustia de verte caminar indiferente.

La mordedura ardiente de la melancolía,
incita este infinito dolor
y me deja el rostro abotagado de infamias,
en la convulsión de un miedo indigno.

Mis labios tiemblan de pavor,
ante el desconsuelo que echa raíces,
en esta casa vacía, en esta piel yerma
ante la soledad maldita que es esta ausencia de ti.

Mi rostro se empalidece, dolorosamente,
en una mueca de abyecta sumisión,
que no quiero, que no busco,
porque ciega de lágrimas,
ahogada en náuseas de terror,
voy masacrando esta esperanza, lentamente...

domingo, 22 de mayo de 2011

Siempre se están yendo...
















W. B. U.

Las calles están casi vacías,
los semáforos cambian de color,
inoficiosos.
Algunos vehículos transportan,
de aquí para allá, las historias inútiles
de tipos cansados.


El pavimento comienza a recibir
la llovizna en que te reflejas siempre
y el aire, nuevamente, huele a ti.



La noche se hace cada vez más larga
en esta soledad que palpita y me atrapa.
La noche tiene una sola dirección
cuando se contrae un corazón roto.



A veces,
cuando las lágrimas se repiten,
sólo queremos que alguien nos escuche,
que coincida con nuestro silencio,
con nuestra tristeza,
un momento,
y que con un leve susurro de labios
calme esta angustia
que se incuba, solitaria,
mientras arriba las negras nubes se van,
porque siempre se están yendo...

jueves, 28 de abril de 2011

Felices infelices



(Homenaje a la canción “Óleo de una mujer con sombrero”, de Silvio Rodríguez)













W. B. U.

En medio de la oscuridad que es tu pecho,
torrencial y gélida noche de temores,
veo una luz que vacila,
que titila triste un instante…

Corazón le llaman,
pequeño animal que teme,
alimaña, a veces,
que hoy se encoje en el estremecimiento
como una señorita buscando cariño…

Esa oscuridad promete dejarte ciega
por lo que no te atreves a dar el paso,
pero qué más da,
como susurra el trovador:
“la cobardía es asunto de los hombres,
no de los amantes”,
seres osados e irresponsables, envidiados
tanto más como bellos y audaces,
pero qué saben ellos, benditos ignorantes,
ni sospechan siquiera que el mañana existe…

Los amantes son el hoy,
felices infelices atrapados,
no pueden evadirse, escaparse
del hipnótico susurro del ahora,
que los convoca, los atrae fascinados,
seducidos en la eternidad del minuto,
en el placer jugoso del momento, hecho carne.

Los cobardes estaremos siempre anclados
al pasado y al futuro,
porque “los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias,
se quedan allí”,
arropados los pies, con la bufanda al cuello,
envileciéndose en la comodidad de un techo,
envejeciendo responsablemente...

Oh, vileza de la responsabilidad,
cuánto dolor…
“Ni el recuerdo nos puede salvar…”.

lunes, 18 de abril de 2011

Se derrama esta ilusión

W. B. U.


Se derrama esta ilusión,
que tú y yo llamamos felicidad un día,
hasta perderse impunemente
en el desagüe de la realidad.
Aterido de dolor mi cuerpo flota
en la alcantarilla del tiempo,
¿cuándo jalarán la cadena?

sábado, 9 de abril de 2011

Sin compasión




















W. B. U.


Despiadado él se alzó furibundo, encegueciendo
y la frágil razón de ella estalló en mil pedazos
todo desapareció, su sueño se fue muriendo
con ella, como si hubiera recibido el guadañazo.
En el ardiente fuego de su loco anhelo
de hembra, que nunca ha sabido esperar,
descorriendo de la escena el velo
comprendió todo y rompió a llorar.
Y para que nada faltase a su tortura
un grito la desgarró desde las entrañas
y fulguró sus pupilas una ráfaga de locura
porque se sentía atrapada cual alimaña.
Atrapada y expuesta a doloroso desplume
ella quiso desgarrar su piel compungida,
sobre la que permanecía el infame perfume
de aquella perversa promesa fingida.
En la playa de sus malditas esperanzas
vio su cariño mil veces ofrecido y rechazado,
arrastrado por viles olas de asechanzas,
que dejaban su amor con sangre manchado.
Cuando sintió en el pecho el deshonor
se estremeció en una convulsión siniestra
hasta que en el paroxismo de su dolor
comprendió que había perdido la palestra.
Con los ojos fuera de sus órbitas
ahogados en un llanto febril y terco
ella atinaba a mirar la careta irónica
y sentir el calor abrasador del desierto.
De tenerlo, pudo haberlo perdido todo
quizá, al final ésta fue su suerte mejor
seguro está el calor de casa y el acomodo
al hombre que da cariño que es casi amor.
También salvó la inocente voz del hijo frágil
que cándido no atinaba a comprenderlo todo
sólo pequeños esbozos de intuición lábil
descubría al mirar en la madre el triste rostro.
A pesar de su terrible dolor en medio
del pecho doliente y malherido
a pesar del desprecio cobarde y del tedio
debe seguir caminando su mal camino.
Su angustia era extrema, respirar le costaba
desgarrar el pecho quería, para que saliera,
la furiosa flama que por dentro le quemaba
al saberse despreciada y no compañera.
Mientras, bendito cielo azul soltaba arriba
su cóncavo dosel sobre el camino infame,
tálamo donde, acaso, la muerte y la vida
se enlazan perpetuamente para que no ame.
El infinito dolor de la hembra herida,
dividido entre las almas más errantes,
hubiera puesto taciturnos a todos en vida
pero no empañó con el más leve talante,
la divina armonía de la existencia que impone
que aunque por la vida camines, derecha o torcida
con aquella humildad, como Machado decir suele,
que debe ceder sólo ante la ley de la vida
y que es: “vivir como se puede”.