sábado, 29 de mayo de 2010

Walking Around III




W. B. U.


Sucede que me canso de que sigas siendo hombre,
payaso infame acostumbrado a pisar, arrasando,
atropellando espacios, institutos, talleres y oficinas
con pasos y voces impunes, con ademanes de conquista
amparado por voces de patriarcado milenario.

Sucede que me canso de tus músculos
y tu falta de cojones, de tus golpes gratuitos
y de los ya tantos femicidios que sumamos,
con vergüenza, este lluvioso 29 de Mayo,
mientras siguen diciéndote, con descaro,
con cinismo amargo, que los hombres no lloran.

Sucede que me canso de que sigas siendo mujer,
espiándote en rincones, descubriéndote en espejos
mil veces condenada a tu condición de útero fértil,
pero perpetuamente apuntada en tu pubis
como si fuera el pecado mismo.

Sucede que me canso de tus vergüenzas ancestrales
y tus rápidas lágrimas gratuitas, colosales,
siempre vertidas para conseguir propósitos
y escapar a tu inculcada pequeñez de hembra,
mientras siguen diciéndote que no te des vuelta de carnero,
que se te verán los calzones, que una niña no hace eso.

Por eso, digo, que sería maravilloso verte caminar,
pidiendo permiso al sol y al aire para dar un paso más,
dándote permiso tú mismo, para llorar cuando tus miedos
te atragantan los racionales argumentos
con los que pretendes dar soluciones y no caricias.

Y sería maravilloso verte abrir tus miedos de par en par
y verte llorar, desbordado en lágrimas tutelares,
sin que ningún imbécil te grite que por eso eres una niñita,
como si ser niñita fuera el error mismo.
Sería maravilloso ver tus lágrimas convertidas en mocos
atorados, como mariposas, entre los gruesos crines de tu bigote.

¡Sácate los miedos que te ocultan,
aféitate tu vanidad de hombre,
desnuda tu condición de hijo de mujer!
Sería maravilloso verte extirpar tu pene
y verte aprender a hacer el amor con tus manos,
con más minutos, con más piel,
con muchísimos más labios y la sombra de tu voz!

Y también sería maravilloso verte alzar tu canto,
romper definitivamente tu silencio lleno de miedo,
y con el fuego de tus sangres mensuales
verte incendiar el yugo de la falda que te pusieron.
¡Sácate los sostenes! ¡Sácate los calzones!
sería maravilloso verte caminar desnuda de temores,
apuntando con tus pezones, a una y otra vereda,
a los responsables de tu postergado vuelo,
para que ya nunca más...

Sucede que me canso de que sigas siendo…

jueves, 20 de mayo de 2010

Apúrate




W. B. U.

Apúrate,
porque se me acaba esta eternidad
que es amarte todavía como un loco,
y ya no queda tiempo,
cuando mi cuerpo agobiado se desgrana,
se deshoja, se desmigaja, poco a poco.

Apúrate,
porque a punto está de romperse
la cama en que nos sacrificamos,
y ya no queda tiempo,
para darnos de mordiscos, babearnos,
asestarnos miradas, besarnos.

Apúrate,
porque se me acaba esta eternidad
en que nos encontramos solos,
y ya no queda tiempo,
para lamernos, gozarnos, amarnos lo último,
porque como muertos nos acabamos.

Apúrate,
porque mi seca piel reclama aún tus labios,
mi rostro marchito, mis cabellos grisáceos,
y ya no queda tiempo,
para mis manos enjutas, mis piernas trémulas,
que dan pasos perdidos por oscuros espacios.

Apúrate,
porque tú tienes, amada mía, lo que he amado
objeto único de mis esponsales,
y ya no queda tiempo,
apúrate,
que las aves de mis manos
quisieran una vez más construir sus nidos
en la loca geografía de tus humedales.

domingo, 9 de mayo de 2010

El Sueño




W. B. U.

Gabriel se levantaba cada día recordando perfectamente lo que había soñado durante la noche anterior. Así venía sucediendo durante los últimos años, lo cual no era, claro está, ningún problema para él. Al contrario, era más bien gracioso, sobre todo si se considera que, luego, le iban ocurriendo una serie de percances durante el día, que hacía que el sueño se fuera materializando completa y fielmente.
Esta suerte de premonición era como un embrujamiento alegre que le ayudó, en último momento, a cambiar de bus en un viaje al exterior, después que recordara que la máquina que soñó volcada e incendiada, tenía una franja azul y roja sobre un fondo platinado, tal como el bus que le abría las puertas para que subiera.
Se vistió de héroe cuando repitió, paso a paso, lo que había soñado y salvó a su jefe después que éste se atragantara con un pequeño trozo de carne en el restaurante. Debió fingir que se sorprendía, cuando en una ceremonia le conferían un importante premio que disputó, palmo a palmo, junto a otros dos colegas.
Sin embargo, desde hace siete días atrás todo ha sido un verdadero infierno para él, porque ha permanecido en vela después que soñara que justo en el momento de dormirse un ataque cardíaco terminaba con sus días.
Gabriel ha consumido una serie de cosas, desde café con bebida cola, hasta bebidas estimulantes. Ha fumado, se ha lavado la cara para no dormir, pero ya anda a los trastabillones. Se vio obligado a consumir drogas mezcladas con café, cuando estaba a punto de dormirse, porque quiere escapar a su designio.
En medio del agobio, Gabriel quiere espantar un dolor lacerante en su espalda y se recuesta para darse alivio. En ese instante, comienza a pensar que su vida ha sido buena. Piensa en sus hijos y se cruza también por su mente, el momento exacto cuando contrajo matrimonio con Sara. Este recuerdo, sin embargo, fue difícil de evocar porque un dolor muy penetrante estaba aguijoneándole el pecho…

FIN