domingo, 18 de noviembre de 2007

El disco viejo



W. B. U.



…nas tengo de llorar, si con llanto quiero ahogar esta pena que me ma’nas tengo de llorar, si con llanto quiero ahogar esta pena que me ma’nas tengo de llorar, si con llanto quiero ahogar esta pena que me ma’nas tengo de llorar, si con llanto quiero ahogar esta pena que me ma’nas tengo de llorar, si con llanto quiero ahogar esta pena que me ma’nas tengo de llorar, si con llanto quiero ahogar esta pena que me ma…


FIN

sábado, 17 de noviembre de 2007

La Abuela









W. B. U.

Allí va y allí viene, incansable, la silueta de la abuela. Tiene 106 años y hace poco menos de veinte quedó viuda. Yo la miro y veo el despropósito. ¿Cómo es posible que siga viviendo con esa vitalidad, y a qué costo? Porque sé de su artritis, de sus cataratas, de su avanzada sordera y de otras afecciones propias de los años.
Su vida le cuesta, pero ella, como siempre ha sido, mástil de la más noble madera, hace transcurrir los minutos del día con canciones aprendidas hace más de un siglo.
--Abuelita--, le grito al oído mientras le acaricio tiernamente esas escasas trazas plateadas que le dejan entrever la redondez del pequeño cráneo— pero callo el resto de la pregunta, porque frente a su vitalidad, no me atrevo a hablarle de muertes.
Ella, la supuestamente frágil señora que apenas se empinó sobre el metro y cincuenta y que ya ha perdido diez centímetros a causa de una reumática joroba que la quiere hacer caer, me sonríe un tanto absorta en la lejanía de sus recuerdos.
Ella, la abuela de tantos, ya ha sepultado a tres hijos, a quienes les dedicó las mejores pompas fúnebres, los mejores halagos. Ella, ya ha sepultado nueras, sobrinos, hermanos, y a su marido por 65 años. Ahora, se arrima a la ventana y mira el paisaje con los ojos del recuerdo y lo ve sin edificios, ni calles en las que pululan modernos automóviles y microbuses, en medio de una ensordecedora cortina de bocinazos.
Me pregunto entonces, ¿qué propósito la mantiene aferrada a esta vida? Y ella me adivina y deja resbalar las palabras casi con vergüenza…

…ay mijito, y pensar que todavía tengo que sepultarte…


FIN