lunes, 30 de mayo de 2011

Masacrando esta esperanza






















W. B. U.



Voy masacrando esta esperanza, lentamente,
con un llanto desgarbado.
Es un lamento quieto, sin deshonra,
que licua un alma mustia de tanto desconsuelo,
condenada para siempre al pecado de amarte en silencio,
a la angustia de verte caminar indiferente.

La mordedura ardiente de la melancolía,
incita este infinito dolor
y me deja el rostro abotagado de infamias,
en la convulsión de un miedo indigno.

Mis labios tiemblan de pavor,
ante el desconsuelo que echa raíces,
en esta casa vacía, en esta piel yerma
ante la soledad maldita que es esta ausencia de ti.

Mi rostro se empalidece, dolorosamente,
en una mueca de abyecta sumisión,
que no quiero, que no busco,
porque ciega de lágrimas,
ahogada en náuseas de terror,
voy masacrando esta esperanza, lentamente...

domingo, 22 de mayo de 2011

Siempre se están yendo...
















W. B. U.

Las calles están casi vacías,
los semáforos cambian de color,
inoficiosos.
Algunos vehículos transportan,
de aquí para allá, las historias inútiles
de tipos cansados.


El pavimento comienza a recibir
la llovizna en que te reflejas siempre
y el aire, nuevamente, huele a ti.



La noche se hace cada vez más larga
en esta soledad que palpita y me atrapa.
La noche tiene una sola dirección
cuando se contrae un corazón roto.



A veces,
cuando las lágrimas se repiten,
sólo queremos que alguien nos escuche,
que coincida con nuestro silencio,
con nuestra tristeza,
un momento,
y que con un leve susurro de labios
calme esta angustia
que se incuba, solitaria,
mientras arriba las negras nubes se van,
porque siempre se están yendo...