sábado, 24 de diciembre de 2011

Cómo me gustaría poder hablarte de sueños

















Cómo me gustaría poder hablarte de sueños,
explicarte los caminos diversos de la vida,
pero ya ves, hijo, llevo mi alma dormida
vagando entre inútiles esperanzas y ensueños.

Desgarrándome en los límites sordos del dolor
mis lágrimas ruedan lentas como una letanía,
insuficientes, no alcanzan para salvar el día,
y mi piel va cambiando lentamente su color.

De tu silencio los murallones quisiera trepar,
desbastar las cadenas de tu maldito encierro
para liberarte y a este cruel destino increpar,

fulminarlo con voz firme, con mano de hierro,
rescatarte de sus garras sueño y a él descepar
aunque mi castigo sea la muerte o el destierro.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Escribir

W. B. U.

Lo hago para curar la llaga abierta,
para aplacar el dolor infinito
que es este dolor, igual a cualquier dolor,
igual al dolor de cada uno.
Lo hago para enfrentar la agonía cotidiana
que se asoma por las ventanas del silencio
con las primeras luces y los primeros gritos.
Lo hago por rebeldía,
para reírme un rato en el rostro del daño,
atreviéndome, vengándome, desgarrándome,
para desterrar el llanto,
para apaciguar el dolor con la palabra
y ovillarlo como un gato friolento y empapado.
Lo hago para curarme de todo,
para saldar las cuentas con el miedo atroz
de lo que sucederá cuando ya no esté.
Lo hago para conjurar,
para decretar con la palabra
aquellas realidades que son esquivas.
Lo hago para no mentirme
y poder decir que me duele,
a pesar de que este dolor ya aprendió el modo
de dormirse la siesta bajo un árbol
y, a veces, se queda dormido por algunas horas.
Lo hago para honrar también esta carne lastimada,
para reconocer que respiro a borbotones,
incluso a bocanadas,
aunque los pulmones nunca se llenan satisfactoriamente.
Lo hago para atragantar el alarido
que quiere escaparse y delatarme en medio de esta noche larga.
Lo hago, preso de la fiebre,
para poder beber el agua ponzoñosa del único charco
y seguir caminando, lastimado y sediento,
por el territorio del miedo...
Lo hago, ansioso, con desespero,
solamente para seguir vivo...

lunes, 29 de agosto de 2011

Benditas oscuridades





W. B. U.


Oscuridades de sombras,

tejidas en la tortura de imaginarte mía.

Oscuridades de quejidos,

de sudores y de asaltos desbocados.

Oscuridades sin respeto,

noches de suplicios gozosos

en los límites de una piel sospechada.

Oscuridades de sueños y de ansias.

Oscuridades de empeños,

libados suavemente en el altar de las tentaciones.

Oscuridades de excesos,

de fiebres benditas,

oscuridades, benditas oscuridades...

martes, 16 de agosto de 2011

Mis esperanzas son guijarros sordos









W. B. U.



Mis esperanzas son guijarros sordos

que caen y se pierden solitarios

en el oscuro pozo de la tristeza...



Se me imagina que son semillas

cayendo en suelo inerte,

tal vez vacas famélicas buscando

una verde heredad ajena...



Mis esperanzas...

¿Qué hago con mis esperanzas,

que no son más que un trémulo sueño

que se agazapa como un gato mojado

y se arrellana en una esquina

sombría y torpe?

miércoles, 27 de julio de 2011

Añoro saber de ti








W. B. U.



Añoro saber de ti,

me arrebato frente a la incógnita de tus pasos

¿en qué cornisas andarán, como gatas en celo, tus sonrisas?

Si tus caricias no son para mí, ¿qué otra piel iluminan?

¿qué otro intrincado espacio subyugas con tu voz?

¿a qué extraños labios estarás dando, ahora, un beso bien pintado?

Deja ya de entrar y salir de mi corazón

como un cuchillo que mata mis anhelos,

no insistas.

¿No ves que no quiero extrañarte,

pero te extraño

y en esto se me va la vida?

miércoles, 20 de julio de 2011

En el delirio de tus excesos

W. B. U.


Embriagándome en el delirio de tus excesos,
me sueño, una y otra vez,
refrenando tus pasiones
y, con más que rabia,
ofrendando los silencios que se amordazan
y dejan que queden mudos dos espíritus posesos.


Te sueño y me sueño
presidiendo tus espasmos,
robándole al aire el sabor de tus besos,
adivinando los mil néctares
que se escurrieren
en las zozobras de mis manos tercas.


Quiero morir embriagado en el delirio de tus excesos,
que adivino,
porque esta hambre no se sacia...
Mis ganas no se hartan
y después de amarte quiero poseerte,
bajar del espíritu a la carne
y atorarme de ti...
quiero morir atragantado de ti,
porque aún no he muerto.
Lo grita este dolor:
"Para morir mil veces y continuar muriendo...".


Embriagado en el delirio de tus excesos
quiero recorrerte con desmesura,
atolondrado, beber de tu lengua encandecida
y caer preso del embrujo de tu escote oscuro.
Dame tus hombros para recorrerlos
y perderme en el desvarío de mi lengua,
que ya adivina los rosados pétalos de tus pechos.
Dame tus ojos para besarlos,
para arrancarle los guiños y morderte la sonrisa.
Dame tus muslos blancos para recorrerlos lento
hurgando bajo tu falda y llegar a tus ruegos...


Entonces sentirás la urgencia
de beberme, hasta mis secretos...

sábado, 25 de junio de 2011

Para no olvidarte














W. B. U.
Déjame plantar los alelíes
a los que hueles
en el huerto de mis recuerdos.
Allí seré agua y abono,
para hacerlos florecer,
semillando luego
en los amplios potreros del tiempo
para no olvidarte...

lunes, 20 de junio de 2011

Todo fue silencio

W. B. U.


Todo fue silencio,
no hablamos ni tú, ni yo, ni la blanca cala,
que se mecía, tímida, en el jardín.
Todo fue silencio.

Antes,
se habían estrechado unas manos satisfechas
y dos cuerpos se habían acostado junto al perfume de las flores,
cuando se despedía el viento del otoño
y se percibían los primeros aromas del We Tripantu.
El rocío de la mañana, bajo sones de aves madrugadoras,
comenzó a borrar las caricias de tus manos en mi piel,
mientras una pifilka silbaba entre las alas de mi sombrero
adormado con las hojas de canelo que tejiste con tus manos.
Todo fue silencio.

El año viejo se quedaba atrás,
y miré donde mirabas
por si podía encontrarme con tu mirada,
pero ya era tarde y lo supimos.
La luna se despedía silenciosamente,
igual que nosotros,
entre la niebla y el vuelo lento de un cóndor,
en un cielo que se apresuraba en aclarar.
Todo fue silencio.

Cuando te vi partir por el camino del cerro
supe que sólo te acompañaba el rumor del viento,
entre verdes coligües, por el sendero que lleva al río,
y que tus lágrimas las enjugó una niebla
bajo las rogativas de un lejano Nguillatún.

Todo fue silencio,
no fue necesario decir más...

jueves, 16 de junio de 2011

Mendigarle minutos al día

Deambulo solitario por los oscuros senderos de la tristeza

sentenciado por tu mirada fría, vacía de ilusiones,
voy respirando como un autómata,
porque cada segundo se hace doloroso.
Quiero gritar, reclamarle a la vida mi derecho a ser feliz...
pero la vida es sorda, siempre lo ha sido
y lo seguirá siendo, eternamente...
¿Qué me queda?
sólo robarle instantes a esta ilusión,
mendigarle minutos al día,
respirando como un autómata...

sábado, 11 de junio de 2011

Hay algo que no entiendo

W. B. U.



¿Sabes? Hay algo que no entiendo
este espacio en el que coincidimos
es maravilloso, fascinante,
ya por si mismo es muy interesante,
y tú vienes ahora y me dices
que la única manera
de que yo lo pueda realmente disfrutar
es creyendo en un Dios hacedor
de toda esta maravilla.
Vamos, ¿qué te pasa?
está bien tener imaginación,
pero no al punto de que ésta
nos impida gozar este mundo,
por el sólo hecho evidente de que existe,
de que es perfecto en si mismo
y por el hecho de que yo estoy en él
por un instante.
Tú me insistes, en que debo creer en Dios
para gozar toda esta maravilla
y no te das cuenta de que ya estoy gozando.
Respiro este aire húmedo,
escucho el canto de los queltehues
alzando el vuelo y llamando la lluvia,
mientras en la radio, Sinead O'Connors
con su diáfana voz canta
"Nothing compares to you"
y yo, que decidí dejar de fumar
hace más de un mes
le capto todo el sabor


a esta cerveza Kunstmann,
que acabo de destapar...



lunes, 30 de mayo de 2011

Masacrando esta esperanza






















W. B. U.



Voy masacrando esta esperanza, lentamente,
con un llanto desgarbado.
Es un lamento quieto, sin deshonra,
que licua un alma mustia de tanto desconsuelo,
condenada para siempre al pecado de amarte en silencio,
a la angustia de verte caminar indiferente.

La mordedura ardiente de la melancolía,
incita este infinito dolor
y me deja el rostro abotagado de infamias,
en la convulsión de un miedo indigno.

Mis labios tiemblan de pavor,
ante el desconsuelo que echa raíces,
en esta casa vacía, en esta piel yerma
ante la soledad maldita que es esta ausencia de ti.

Mi rostro se empalidece, dolorosamente,
en una mueca de abyecta sumisión,
que no quiero, que no busco,
porque ciega de lágrimas,
ahogada en náuseas de terror,
voy masacrando esta esperanza, lentamente...

domingo, 22 de mayo de 2011

Siempre se están yendo...
















W. B. U.

Las calles están casi vacías,
los semáforos cambian de color,
inoficiosos.
Algunos vehículos transportan,
de aquí para allá, las historias inútiles
de tipos cansados.


El pavimento comienza a recibir
la llovizna en que te reflejas siempre
y el aire, nuevamente, huele a ti.



La noche se hace cada vez más larga
en esta soledad que palpita y me atrapa.
La noche tiene una sola dirección
cuando se contrae un corazón roto.



A veces,
cuando las lágrimas se repiten,
sólo queremos que alguien nos escuche,
que coincida con nuestro silencio,
con nuestra tristeza,
un momento,
y que con un leve susurro de labios
calme esta angustia
que se incuba, solitaria,
mientras arriba las negras nubes se van,
porque siempre se están yendo...

jueves, 28 de abril de 2011

Felices infelices



(Homenaje a la canción “Óleo de una mujer con sombrero”, de Silvio Rodríguez)













W. B. U.

En medio de la oscuridad que es tu pecho,
torrencial y gélida noche de temores,
veo una luz que vacila,
que titila triste un instante…

Corazón le llaman,
pequeño animal que teme,
alimaña, a veces,
que hoy se encoje en el estremecimiento
como una señorita buscando cariño…

Esa oscuridad promete dejarte ciega
por lo que no te atreves a dar el paso,
pero qué más da,
como susurra el trovador:
“la cobardía es asunto de los hombres,
no de los amantes”,
seres osados e irresponsables, envidiados
tanto más como bellos y audaces,
pero qué saben ellos, benditos ignorantes,
ni sospechan siquiera que el mañana existe…

Los amantes son el hoy,
felices infelices atrapados,
no pueden evadirse, escaparse
del hipnótico susurro del ahora,
que los convoca, los atrae fascinados,
seducidos en la eternidad del minuto,
en el placer jugoso del momento, hecho carne.

Los cobardes estaremos siempre anclados
al pasado y al futuro,
porque “los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias,
se quedan allí”,
arropados los pies, con la bufanda al cuello,
envileciéndose en la comodidad de un techo,
envejeciendo responsablemente...

Oh, vileza de la responsabilidad,
cuánto dolor…
“Ni el recuerdo nos puede salvar…”.

lunes, 18 de abril de 2011

Se derrama esta ilusión

W. B. U.


Se derrama esta ilusión,
que tú y yo llamamos felicidad un día,
hasta perderse impunemente
en el desagüe de la realidad.
Aterido de dolor mi cuerpo flota
en la alcantarilla del tiempo,
¿cuándo jalarán la cadena?

sábado, 9 de abril de 2011

Sin compasión




















W. B. U.


Despiadado él se alzó furibundo, encegueciendo
y la frágil razón de ella estalló en mil pedazos
todo desapareció, su sueño se fue muriendo
con ella, como si hubiera recibido el guadañazo.
En el ardiente fuego de su loco anhelo
de hembra, que nunca ha sabido esperar,
descorriendo de la escena el velo
comprendió todo y rompió a llorar.
Y para que nada faltase a su tortura
un grito la desgarró desde las entrañas
y fulguró sus pupilas una ráfaga de locura
porque se sentía atrapada cual alimaña.
Atrapada y expuesta a doloroso desplume
ella quiso desgarrar su piel compungida,
sobre la que permanecía el infame perfume
de aquella perversa promesa fingida.
En la playa de sus malditas esperanzas
vio su cariño mil veces ofrecido y rechazado,
arrastrado por viles olas de asechanzas,
que dejaban su amor con sangre manchado.
Cuando sintió en el pecho el deshonor
se estremeció en una convulsión siniestra
hasta que en el paroxismo de su dolor
comprendió que había perdido la palestra.
Con los ojos fuera de sus órbitas
ahogados en un llanto febril y terco
ella atinaba a mirar la careta irónica
y sentir el calor abrasador del desierto.
De tenerlo, pudo haberlo perdido todo
quizá, al final ésta fue su suerte mejor
seguro está el calor de casa y el acomodo
al hombre que da cariño que es casi amor.
También salvó la inocente voz del hijo frágil
que cándido no atinaba a comprenderlo todo
sólo pequeños esbozos de intuición lábil
descubría al mirar en la madre el triste rostro.
A pesar de su terrible dolor en medio
del pecho doliente y malherido
a pesar del desprecio cobarde y del tedio
debe seguir caminando su mal camino.
Su angustia era extrema, respirar le costaba
desgarrar el pecho quería, para que saliera,
la furiosa flama que por dentro le quemaba
al saberse despreciada y no compañera.
Mientras, bendito cielo azul soltaba arriba
su cóncavo dosel sobre el camino infame,
tálamo donde, acaso, la muerte y la vida
se enlazan perpetuamente para que no ame.
El infinito dolor de la hembra herida,
dividido entre las almas más errantes,
hubiera puesto taciturnos a todos en vida
pero no empañó con el más leve talante,
la divina armonía de la existencia que impone
que aunque por la vida camines, derecha o torcida
con aquella humildad, como Machado decir suele,
que debe ceder sólo ante la ley de la vida
y que es: “vivir como se puede”.




martes, 15 de febrero de 2011

Busco el silencio













W. B. U.

Busco el silencio para pensar
cuando la tarde derrama sus sombras
y las garzas alharacas
anuncian que se van a dormir
en la copa de un hacinado aromo.

Me sigo ahogando
en el amplio océano de esta soledad
a la que estoy condenado.

Los vuelos de las garzas
son mudos arpegios
en el pentagrama gris del cielo,
pero tornan en alegatos huecos
por una rama vacía
que disputan con algarabía
en medio de aletazos tercos.

Cae la tarde y las golondrinas
apuran su último festín de insectos
dibujando infinitos universos
que se expanden, cansinos,
en la superficie del tranque de Rautén.

Los grillos aparecen en la tarde
como gotas rubias cayendo,
impenitentes y constantes,
al tranquilo pozo del crepúsculo
y no aparece el silencio que busco
porque tu ausencia me grita
desde el confín de la distancia
en el que estás.

viernes, 4 de febrero de 2011

El ABC de la desdicha












(En honor al poeta chileno Rodrigo Lira Canguilhem, autor de "STP")

W. B. U.



Antes batallaba con destreza
entre finas golfas.
Hoy, imagino jalarles kimonos
lascivamente,
mientras nunca ñoño obsérvolas,
porque quiero rasguñarle
sus tersuras.
Un vil whisky xenófobo
yo zanjo.

Abusco conseguir
diversas energías fáciles,
ganadas honradamente.
Idolatro justo kilo,
la mínima ñapa
o para que rebaje,
superar tristes urgencias
valseando würlitzeres,
xerófilo ya zurrado.

domingo, 30 de enero de 2011

Tardes paseanderas











W. B. U.



El territorio de mi infancia
sabe a calafates agrios de Río Seco,
frutillas y translúcidas grosellas.
Sus sabores pálidos, verdes y espinudos
se clavaron en mi recuerdo
que tiene el sabor de tardes enteras
silbando con el viento,
corriendo tras una hoja seca.

Entonces, como ahora,
la felicidad no era gratuita ni eterna,
porque la ida fácil me hacía volar,
pero después la vuelta
la pagaba con un retorno lento.
El viento helado golpeaba mi cara,
atorando mi garganta a borbotones,
llenando mis ojos de lágrimas,
haciendo saltar mis mocos
mientras esperaba la caricia materna.

El territorio azul de mi infancia,
infinito de risas y luminoso de sueños,
lo caminaba en potreros asolados por la escarcha,
ansioso, siempre ha sido esa mi historia
y de la mano de mi abuela,
íbamos volteando bostas para descubrir debajo
el ambarino y sonriente sol de la achicoria.

En Barranco Amarillo
las tardes no eran jornadas de pesca
sino mariscar era el propósito
bajo la atenta mirada de la sabia chilota,
mi abuela,
cuando el Estrecho retrocedía
y como una mujer coqueta
se levantaba la falda mostrando los secretos de sus piernas.

Bancos de choritos, caracoles, mauchos y navajuelas
entre latones oxidados y alguna extraviada rueda
eran las mejores aventuras de mis tardes paseanderas.

Recuerdo la fuente de hierro
saliendo del horno de la casa vieja
con su cargamento de saladas y doradas lenguas,
y un olor a mar, que inundaba toda la pieza.

Mientras comía cientos de mariscos
escuchaba las entretenidas historias de mi abuela…

Hoy estoy tan lejos,
el territorio de mi infancia
no es más que una tímida escena
que se niega a morir en este corazón
de melancolía y de pena…

sábado, 8 de enero de 2011

Tu testigo









W. B. U.



Soy yo el que te ha visto crecer,
avanzar, respirar, parir,
hacer y dejar de hacer tantas cosas.

Contigo de la mano
he visto caminar veintinueve primaveras,
como hormigas del tiempo,
desde el balcón privilegiado de los años…

Y sigo siendo testigo de cada cosa que haces,
tus miedos los he resistido,
regalándote mis caricias,
enfrentándote a tus sombras,
iluminándolas.

Tu congruencia la he celebrado
como a un totem,
porque siempre me tranquiliza
saber que estarás allí,
en el límite exacto de mis necesidades.

Tus sueños alabo, tu respeto, tu solidez…

Porque te he presenciado desde mi silencio,
como un testigo mudo rubrico tu camino:
un hijo que es un ángel,
profesional competente,
fiel compañera,
amiga inseparable.

Porque te he amado he sido tu testigo,
espectador de cada cosa que has hecho,
hasta tus rutinas las declaro importantes.
Te he sacado de más de un pozo oscuro
y he trocado tu llanto en risa,
para que podamos seguir viendo
las primaveras que nos queden,
como hormigas del tiempo,
sucediéndose unas tras otras,
mientras las vemos,
desde el balcón privilegiado de los años,
tomados de la mano...

jueves, 6 de enero de 2011

Ni siquiera te vistas...









W. B. U.



No engalanes tu sangre de plumas,
ni colmes de luz escotes y portaligas,
no es necesario maquillaje,
ni músicas, ni luces, ni sombras,
porque tu risa,
sólo tu risa
desborda el río agreste de mis ansias.

No toques siquiera el brillo de tus ojos,
ni la pasión de tus palabras decores,
son suficientes así
con el sabor exacto
de tu deseo contenido
y mi voz azul
traducida en caricias mudas.

Ni siquiera te vistas,
que el mejor ajuar es tu piel y tu sombra.
Entra solamente por esa puerta,
tras la cual te espero.
Ansío verte como callas,
como sonríes,
como acechas y te ofreces,
para brindarte yo
mis arrebatos…

miércoles, 5 de enero de 2011

Tus bolsillos llenos...






W. B. U.

¿Dónde vas guardando los besos que no me das?
¿En qué oscuros bolsillos los ocultas?
¿Están muy llenos, ya?
¿Dónde guardas las caricias, los mordiscos,
cada uno de los placeres atrasados?
¿Dónde ocultas los deseos atormentados,
las ansias y el frío,
la sed y el hambre de mi piel?

Mujer, deja ya ese desvarío,
ese celo perturbado que te vuelve loca.
Huye de esos fantasmas que te enferman,
porque, al final de todo,
cuando quieres, cuando lo deseas,
te sorprende la fiebre, te traicionas,
caminas los pasos que no querías
y te niegas,
mientras la vida,
allá afuera,
te está esperando…