sábado, 10 de abril de 2010

Voy a hacer un pacto con las luciérnagas




W. B. U.

Voy a hacer un pacto con las luciérnagas
para que me salven de ti,
de tus labios de flor
y de este camino oscuro
por el que con miedo voy…

Voy a hacer un pacto con las luciérnagas
para no caminar a tientas,
en medio de la ansiedad,
mientras me muero llorando
apoyado contra los barrotes de tu reja
que se cierra lentamente para mí…

Mi pena palpita aquí en mi pecho,
quiere reventar mis sienes
como ecos de mis pasos tristes,
porque ya de mi memoria
te comenzaste a despedir…

Voy a hacer un pacto con las luciérnagas
para que me salven de ti…

Mi casa es un zoológico



W.B.U.

Hoy me levanté convencido
que mi casa es un zoológico.
Veo animales por doquier.
Para mamá esto es paradójico.

Ella me dice: “pero si eso es sólo
la manga de un abrigo elegante”,
yo lo miro y lo vuelvo a mirar.
Veo en él a un fabuloso elefante…

Entro al baño y en seguida me grita:
“por Dios, no tires la toalla a la tina”
Yo respondo: “no es toalla, mamá.
¿Lo ves?, es una tremenda sardina”.

“Métete de inmediato a la ducha”,
me grita con actitud ferviente
mas no me atrevo, porque bajando
por la pared viene una serpiente.

“¿Qué haces, ahora con el jabón?”,
en la frente se le dibuja una arruga.
No la comprendo, ahora no quiere
que juegue yo con la tortuga.

“Trae acá esa cabeza, la voy a peinar.
Estás chascón” fue su argumento,
Yo me pregunto: si quiere peinarme
¿por qué coge un ciempiés en ese momento?

Luego, en la cocina casi me grita,
en forma totalmente alharaca:
“no te sientes al revés en la silla”.
No ve que voy montando una alpaca.

Al rato reclama: “¡mi sofá gris!,
Te mereces un severo castigo.
No me lo ensucies”, no se da cuenta
que es el rinoceronte, mi amigo.

Ya cansada me manda a la calle a jugar.
Espera que por mucho rato yo no vuelva
Creo que así será, porque ella no sabe
que acá afuera hay una verdadera selva…