sábado, 21 de diciembre de 2013

Besos en la alfombra














En la radio, Tracy Chapman
solloza su huida en el auto rápido de su novio,
mientras yo le pongo freno a mis manos.
Afuera la calle está vacía y gris,
pero no me importa,
porque desde hace tiempo
que caminas por las avenidas
iluminadas de mi memoria.
Hoy es fiesta en este cuarto de hotel,
porque acabas de llegar,
atardecida e inquieta,
tu pecho jadea como la primera vez.
Los arreboles de tu piel,
acusan un pudor contenido
en el cielo rubicundo de tus mejillas,
cuando mi mano baja, lentamente,
el cierre eclaire que desciende por tu espalda.
Te dejas caer,
como el pétalo de una rosa
sobre el prado cómplice de la alfombra
y llega el beso en el que bebo
ese aire pesado que va y viene,
mientras tus ojos y mis ojos son un solo ojo
que se mira y es mirado en un único universo…
Entonces tiemblas entera,
como una luna en el agua,
mientras yo
ciñendo voy tu cintura
encendida de deseos
con un cordón de besos
que baja hasta ese: tu secreto…
Mis besos y mi lengua
le pusieron jáquima a tus caderas
que encabritadas sentenciaron
tu vocación de rotunda hembra…

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miércoles, 31 de julio de 2013

Aprovecha el momento


(Dedicado a mis alumnas y alumnos de Octavo Año Básico, 2011)



Preocupado por lo corta que es la vida,
ilusión que en cualquier momento acaba,
Robert Herrick, el viejo poeta inglés
este consejo a las vírgenes entregaba:
“Coged las rosas mientras podáis,
veloz el tiempo vuela,
la misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta”.


“Carpe diem”, es la idea
traducida como “aprovecha el momento”,
ya que seremos pasto de los gusanos,
nos enfriaremos…
La gran pléyade de cuantos nos han antecedido
se ha sentido poseedora de grandes cerebros, recias estampas,
invencibles casi siempre.
Muchos se creyeron destinados a grandes cosas,
pero fueron atrapados,
porque quizás demasiado esperaron
para comenzar a hacer de sus vidas
lo que alguna vez soñaron.


Hoy están criando flores,
o sus minutos se les escurren
entre fútbol o peluquerías,
como un aceite agrio que les gotea
y les mancha sus escritorios
a los cuales están anclados, engrillados sin saberlo.
Estiran de vez en cuando sus espaldas,
limpian sus anteojos y vuelven a llenar libros
o planillas Excel,
con números que susurran el rumor de otros muertos,
sombrío consumidores, simples consumidores
a quienes se les escurrió la vida, tristemente,
porque no recogieron a tiempo las flores,
porque dejaron pasar la vida
como un ruidoso pasacalles,
mirado desde la vereda o tras la sombría ventana.
¡Aprovecha el momento!, no dejes que el día
se te derrita entre los dedos,
cuando no sepas qué hacer,
sólo ponte en movimiento,
arrástrate, gime, ríe, avanza,
da la pelea, aunque parezca perdida.
Si no sabes qué hacer,
sólo haz lo que siempre has soñado.
¡Aprovecha el momento!,
haz de tu vida algo extraordinario,
porque la única verdad es que,
como decía Whitman, después de todo,
el drama de la vida seguirá allá afuera
acosándote, aguijoneando,
atrapándote con su hambre.
El drama de la vida seguirá allá afuera,
pero tú puedes contribuir con un verso…





W.B.U.
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viernes, 5 de julio de 2013

Es hora


(Dedicado a Socorro Melgarejo, poeta española)

El universo delicado de tus ojos
es la plácida puerta a la que llego
somnoliento y esquivo de andares,
noctámulo de caprichos y miedos,
esparciendo versos que se encienden
y que hierven a propósito,
sin tu permiso,
en el horno de tu piel…

El tiempo ha golpeado
siete veces siete a la puerta de mi casa,
ya es hora de que tú y yo
encontremos, otra vez,
el reflejo nuestro
esculpido en la curvatura luminosa
de nuestras pupilas.

Es hora de que volvamos
a sembrar el cielo de estrellas,
de recoger yo, con mi lengua inquieta,
el jugo azul de los arándanos
que se escurren, graciosos,
por la comisura de tus labios.

Necesito colgar otro verso
en el fuego níveo de tu piel…
que nos llovamos el uno contra el otro,
con las bocas abiertas,
porque no importa
dónde surge y acaba todo,
porque somos todo Tierra
y todo Cielo
y ambos somos uno…

W.B.U.

viernes, 24 de mayo de 2013

Te pienso












(a mi esposa Ivette Papagallo Igor)

Te pienso
desde el entusiasmo,
en cada breve gesto
que realizas
cuando cruzas bamboleando
tus caderas mínimas,
en ese ir y venir constante,
casi autómata
delante de mis ansias lentas…
te pienso.

Te pienso en silencio
y a toda hora…

Te pienso
una y otra vez,
porque esta cultura salvaje
y peligrosa de pensarte,
de irte encontrando y
descubriendo en cada gesto,
me permite construirte,
anticiparte ahuecando mis manos
y así tenerte antes de que llegues…

Te pienso
desde el entusiasmo
que es esta ardiente paciencia
de anticiparte,
construirte lentamente
para tenerte antes de que estés aquí…

W.B.U.

viernes, 19 de abril de 2013

En el vinilo de los años...




Velando el sueño moribundo de mi padre
encontré un silencio que gritaba,
aullaba en los perros insomnes de calles nocturnas,
tictaqueaba en relojes sombríos,
huéspedes de paredes resignadas
en la casa en que habitan mis recuerdos infantiles.
También encontré un perdón tímido,
casi indiferente y amnésico
que ya no vale la pena recordar.
Es que el recuerdo de las penas
no es más que una cancioncilla vieja
que chicharrea en el vinilo de los años,
mientras velo el sueño moribundo de mi padre.

W.B.U.

sábado, 26 de enero de 2013

Por las orillas del instinto


W.B.U.

Quiero explorarte por las orillas del instinto,
caminarte demente y ansioso
sabiendo que el desnudarte
será simplemente un viaje intrincado
en el que me perderé para siempre
enredado en las crenchas negras de tu pelo.

Quiero rastrear tus olores en las estepas de la locura
donde se pierdan los motivos,
los compromisos y las razones
ofrendadas ante altares y las togas multicolores del deber.


Quiero libar el almíbar del descarrío
en el jergón proscrito
donde nuestras bocas se encuentran a mordiscos
ansiosas de minutos delirantes y siempre escasos,
porque en esos besos urgentes
se nos va la vida…





miércoles, 2 de enero de 2013

Los Amantes



















(W.B.U.)

Son locos,
insanos exploradores del deseo,
osados,
irresponsables,
convertidos en un incendio que atraviesa la noche
desde uno a otro lado de un universo
en expansión de sábanas…

No se miran,
se arden en visiones.

No se besan,
se muerden y babean
y se ladran
y se gruñen
con suspiros y gemidos proscritos…

Son ellos,
los sofocados eternos,
los sedientos…