lunes, 18 de octubre de 2010

Para atesorarme



W. B. U.


Despiertas recorriendo cada íntimo espacio
de ese cuarto que dejé.
Te sorprenden temblores al recordar,
resabios,
réplicas de noches abutagadas
de mi piel
y cruzas tus piernas
para atesorarme
por un instante,
persuadida de razones,
de inocencias.
Ya no estoy en tu cama,
sólo deambulo entre los intrincados pasillos de tu memoria.
Te peinas con dedos y uñas maltratadas
buscándome entre tus crenchas llenas de noche
y se te escapan nuevamente los quejidos y sollozos
como ecos desesperados
que intentan recuperar aquellas noches de pasión.

3 comentarios:

tecla dijo...

El tiempo, no es el tiempo que se pasa, sino el espacio que deja en la memoria.
El tiempo pasa. Pero los momentos permanecen.
Bellísimo tu poema Walton.

unsilencioquenocalla dijo...

El tiempo. ¿No es acaso, sólo la conciencia de la transcurrencia?

tecla dijo...

Seguramente que sí Walton. Pero todo cuanto nos pasa en ese tiempo que pasa, se queda para siempre con nosotros viviendo en el presente. Y eso es lo más grande de la Vida.