Walton Beltrán Uyevic
¿Dónde están las mariposas amarillas
que dentro de nuestros estómagos volaban
cada vez que mis dedos te exploraban
ganando gestos de amor y mil cosquillas?
No las tiene el gran Mauricio Babilonia
y el viejo General Buendía, tampoco
sólo las tiene escondidas este loco
en un castillo oscuro de Caledonia.
Para recuperar este tiempo pasado
quiero invitarte a que juntos volemos,
ya vez, todavía sigo enamorado.
Burlémonos como siempre a hurtadillas
porque yo quiero: alegre o enojado
recuperar mis mariposas amarillas.
3 comentarios:
Nos pondremos las alas de nuevo Walton y nos iremos a Tonambuctú en busca de esas mariposas amarillas.
No es necesario que publiques esto Walton, pero algún purista te puede decir que todos los versos en un soneto deben de ser endecasílabos o alejandrinos.
No me odies por decírtelo.
Te admiro.
Y te admiro. Y ya está.
Tu estás en una parte del mundo y yo en la otra.
Te echo de menos Walton.
Todo lo demás me da lo mismo.
No soy una faática de la métrica.
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