viernes, 10 de abril de 2009

Mañana de pesca




W. B. U.


En el vasto horizonte de mi silencio
la música suena lenta en mis oídos,
garzas, queltehues, rumores de hojas
y algún lejano ladrido,
mientras espero con la mirada clavada abajo,
en la nubes y cerros invertidos.

Los peces, por aquí y por allá
dibujan anillos milenarios
sobre la quieta superficie del tranque,
y entre los juncos una traviesa tagua
ramonea y escarba los secretos del agua.

De los árboles, las hojas caen convertidas
en barcos que navegan a la deriva
y cada tanto los peces desafían
haciéndome un sonoro saludo con sus colas.

Mis anzuelos siguen desnudos,
en el vasto horizonte de mi silencio…
…es el arte de pescar sin carnada.

1 comentario:

tecla dijo...

Mis anzuelos siguen desnudos,
en el vasto horizonte de mi silencio…
…es el arte de pescar sin carnada.

Si me preguntas por qué, no te lo sabría decir, pero este párrafo es el que más ha conseguido conmoverme.
Tal vez porque valore el hecho de pescar sin carnada, es como ir por la vida a pecho descubierto. Sin trampas ni cartón.
Un abrazo Silencio.