Walton Beltrán Uyevic
Alejandra estaba cansada de tanta porquería, tanto prejuicio, tanta envidia y tanto cinismo por lo que decidió liberarse, desnudándose en público. Caminó varios kilómetros hasta llegar a la concurrida playa nudista y como en un acto de catarsis comenzó a sacarse todo. Esta experiencia fue para ella como un desenfreno, un frenesí, le gustó tanto que cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde, se había quitado el maquillaje, la piel y había comenzado con las vísceras.
FIN
Alejandra estaba cansada de tanta porquería, tanto prejuicio, tanta envidia y tanto cinismo por lo que decidió liberarse, desnudándose en público. Caminó varios kilómetros hasta llegar a la concurrida playa nudista y como en un acto de catarsis comenzó a sacarse todo. Esta experiencia fue para ella como un desenfreno, un frenesí, le gustó tanto que cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde, se había quitado el maquillaje, la piel y había comenzado con las vísceras.
FIN
1 comentario:
No está nada mal.
un Saludo.
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